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lunes, 4 de julio de 2011

La peor droga: la medicina "oficial".

    La medicina que nos rige, por lo menos al primer mundo, se basa en tres conceptos: diagnóstico, tratamiento, fármaco. Así de simple y sano. ¿Sano? Esos tres conceptos también engloban el ignorar la medicina natural, oriental y tradicional. Implica tratar al paciente como un número, no como una persona con una dolencia. Implica recetar un fármaco detrás de otro, para que unos compensen los efectos colaterales del otro. Significa que con suerte saben los médicos que tienes, que si no es eso, pues hagamos más pruebas y recetemos más medicamentos, pero por dios, los demás son brujos y te quieren engañar. Esto es lo que realmente te quiere decir un médico cuando te diagnóstica:


  Y que te quede claro, porque no te lo va a repetir. Le importas muchísimo menos que su salario, que su agente farmacéutico y que su casa de la playa. Hay excepciones, pero la regla general es esa. Mucha gente opina que es la medicina que nos cura, pero es una medicina incompleta, que te trata el mal, no el origen del mal. Existe la medicina natural, la acupuntura, la reflexología, la medicina ayurvédica, y mucho más. ¿Porque estas medicinas no están integradas? La respuesta vuelve a ser simple, en esas medicinas no hay fármacos, y eso no interesa.


 Y en este punto es cuando empiezan las mentiras. A medida que pasa el tiempo, aparecen nuevas enfermedades, y con ellas milagrosos fármacos que te curarán de las mismas. No seamos idiotas y veamos la realidad, creada la enfermedad, vendido el medicamento. Y no sólo eso, ahora se utilizan los medios de comunicación para difamar y hacer que el pueblo tema nuevas enfermedades. Un ejemplo, la gripe A. Vaya con la epidemia, la nueva peste la llamaban, y colaron la vacuna a cientos de países que pagaron millones para salvaguardar la salud de su población. Y mientras, en África la gente muere de gastroenteritis, hambruna y sida, todas enfermedades curables...¿O testadas en esa tierra? No digo más, sino se erradican esas enfermedades es porque no se quiere, porque interesa seguir viendo morir gente mientras las abuelas españolas se inflan a pastillas.


  Sino te duele ver esta imagen, que tantos premios hipócritas se llevó, no sigas leyendo, porque estás muerto por dentro. Y mientras nos cuentan el cuento del virus écoly o como se llame y nos dedicamos a tirar la "sobre producción". ¿Que somos? Imbéciles y ciegos. Pero no todos, aún hay esperanza, abre los ojos y mira a tu alrededor, pues encontrarás una mentira en cada esquina. Mañana más.

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